Por José Alejandro Peña
La poesía dominicana frente al genocidio
La relación entre la poesía y el genocidio es un tema que evoca tanto la dificultad de expresar lo inefable como la potencia del arte para visibilizar lo que de otro modo podría permanecer oculto. En el contexto del genocidio palestino, la poesía se erige como una herramienta crucial para abordar el horror y la devastación que enfrenta la humanidad. Un autor que destaca en este campo es el poeta dominicano Tomás Modesto Galán, quien utiliza maquinarias estéticas complejas para eludir el vacío que a menudo deja el lenguaje convencional frente a la magnitud de la tragedia. Su obra no solo busca documentar el sufrimiento, sino también establecer un puente emocional hacia el lector que permita generar empatía y solidaridad. El único caso relevante, al menos hasta ahora, en el que un poeta dominicano de la diáspora, manifiesta, a través de su poesía, una confrontativa respuesta al genocidio, es el de Tomás Modesto Galán, con su ingenioso libro ‘Demolición del paraíso’.
A través de su poesía, Galán plantea una pregunta fundamental: ¿cómo puede la poesía servir como un agente de cambio en situaciones de odio y violencia sistemática? O bien, ¿tiene la poesía en sí una función social trascendente?
‘Demolición del paraíso’ es una obra significativa que refleja la gallardía y rebeldía del escritor y poeta dominicano Tomás Modesto Galán, quien utiliza la poesía como una forma de resistencia ante las adversidades contemporáneas y la imposición del terror en el mundo. Por medio de su escritura, Modesto Galán explora la tragedia del genocidio en Gaza y Cisjordania y cómo sus ecos repercuten en la sociedad actual. La obra se enmarca dentro de un contexto donde las violaciones de derechos humanos son alarmantemente comunes, lo que hace que su mensaje sea más pertinente que nunca. Estratégicamente, el poeta divide su libro en tres partes, otorgando a cada parte un protagonismo razonable y equilibrado. El poeta combina la prosa poética con la tradicional forma de la poesía épica y lírica, creando un compacto universo en imágenes que nombran y definen, que alarman y denuncian, que impactan y conmueven.
‘Demolición del paraíso’, tiene un poder sugestivo y una claridad reforzada y un robusto fervor de la unidad de la consciencia: puede suscitar emociones profundas y cuestionar realidades incomodas. En ‘Demolición del paraíso’, Galán emplea la intensidad armónica de su palabra no solo para descifrar los enigmas del caos, sino también para inspirar a la reflexión y el activismo, promover la esperanza y tejer un coherente sistema humanizante. A través de sus versos, el autor encuentra un canal para la catarsis y la lucha, abordando temas críticos que a menudo son ignorados o minimizados por la sociedad y los medios de comunicación.
Ubicado en Nueva York, Galán ofrece una perspectiva que fusiona su herencia dominicana con las realidades del exilio y la diáspora. Su enfoque permite que la poesía se convierta en un vehículo para la denuncia y la solidaridad, conectando a los lectores con las luchas de aquellos que han sido marginados. Este contexto no solo enriquece su obra, sino que también la posiciona como un testimonio potente de la resiliencia frente a fenómenos como el genocidio.
En la actualidad, el papel del poeta trasciende las fronteras de lo meramente artístico; el poeta se erige como un testigo de la condición humana, un observador crítico que refleja las realidades más crudas de su entorno social y político. A través de su obra, el poeta se convierte en un vidente, capaz de prever y denunciar las injusticias y la deshumanización que afectan a la sociedad contemporánea. La poesía, entonces, se establece como una forma poderosa de resistencia frente al genocidio, la violencia y la opresión que amenazan la dignidad humana.
La obra de poetas como Galán es emblemática en este sentido, pues ofrece una mirada aguda sobre los fracasos del proyecto civilizador occidental. Sus versos actúan como un espejo que revela las contradicciones de una modernidad que se muestra deshumanizadora y alienante. En este contexto, el poeta no solo documenta la historia, sino que también actúa como un cronista de las vivencias dolorosas que atraviesan a las comunidades marginadas, convirtiéndose en una voz validada por la experiencia vivida.
El impacto de ‘Demolición del Paraíso‘ se manifiesta de diversas maneras. En primer lugar, permite una reflexión crítica sobre nuestra humanidad compartida, instando a los lectores a cuestionar el status quo y examinar las estructuras que perpetúan el genocidio y la opresión en el mundo actual. La poesía, en este contexto, se convierte en un vehículo que visibiliza el dolor ajeno y desafía la indiferencia de la sociedad. Es un recordatorio de que, pese a las adversidades, hay voces que se levantan y que no deben ser ignoradas.
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Es éste mundo actual, una forma extraña de entender lo humano de lo divino, sumergiéndonos, en una catarsis continuada, que rompe todos los esquemas de lo humano. Donde predomina un poder totalitario, a tipo de inquisición que rompe todos los esquemas de convivencia. Y la poesía, ha de ser el arma para llegar al entendimiento, hacer denuncia, y sumar y aunar esfuerzos, para que el mundo, gente civilizada, salga de ese cómodo refugio, y haga denuncia, lo que actualmente está ocurriendo en Gaza, Siria, el Líbano, y otras partes del mundo. Seamos los poetas parte de éste genocidio y luchemos por conseguir, que nuestra poesía, llegue a todas las partes del mundo, con toda la fuerza que ello, ésto se merece.